(Jacobson y Christensen, 1996)
Vamos a definir, a muy grandes rasgos, lo que trata de trabajar este enfoque de intervención de pareja. Puede que estas pequeñas pautas puedan ayudar a algunas parejas con conflictos leves, pero nunca sustituyen a la intervención de un profesional.
En primer lugar, se trabaja con la pareja la ACEPTACIÓN. El psicólogo, en colaboración con la pareja, va a tratar que los comportamientos molestos del otro se vean como diferencias naturales. Conviene que la pareja recuerde los siguientes “mantras”:
-Sufrimiento + Acusación: Conflicto Marital
-Sufrimiento-Acusación: Aceptación (de los conflictos y de cómo es el otro)
Conviene trabajar, asimismo, un lenguaje más suavizado del que se viene utilizando. Un lenguaje rudo expresa dominancia, manifestando sentimientos de ira y resentimiento, mientras que un lenguaje más suave revela que uno es vulnerable, que tiene sentimientos de dolor, miedo, desilusión, peligro, incertidumbre o duda.
También se trabaja el desapego unificado, que significa que la pareja aprende a analizar su situación problemática distanciándose de ella, poniendo cierta distancia emocional. En nuestro blog hemos escrito diferentes entradas relacionadas con el distanciamiento que comentamos (podéis basaros en ello a nivel de pareja y también individual):
https://rosaliamv.wordpress.com/2016/01/24/como-me-desengancho-de-ese-pensamiento/
https://rosaliamv.wordpress.com/2015/07/21/trampas-mentales/
Una forma de aumentar la aceptación consiste en incrementar la tolerancia de cada uno respecto al comportamiento del otro, lo que significa hacerlo menos molesto y detener los esfuerzos por querer cambiar al otro. Existen algunas estrategias para poder trabajar la tolerancia:
-Subrayar características positivas de la conducta negativa.
-Juego de roles con la conducta negativa en las sesiones de terapia.
-Simular incidentes de comportamiento negativos en el hogar.
-Aceptación emocional y autocuidado (uno mismo).
Otro pilar importante de este tipo de terapia es poder darse cuenta y reforzar positivamente los comportamientos del otro, con el ánimo de incrementar los intercambios positivos o deseables. Ejemplos de tareas que la pareja puede realizar son los siguientes:
-Cada miembro de la pareja puede elaborar de forma independiente una lista de comportamientos que, si se presentan frecuentemente, pueden contribuir a una mayor satisfacción marital. Esto se puede poner en común con el terapeuta sin que el otro opine nada. El terapeuta pone como tarea a cada uno el aumentar la felicidad del otro, pero sin decirle qué es lo que hará ni porqué; no se discute la lista ni se puede mencionar. Posteriormente en otra sesión se propone la misma tarea pero en ese caso sí se puede mencionar la lista, discutir, proponer otras conductas, etc. Esta tarea la puede hacer la pareja por si sola, si se ve capaz de realizarlo sin la ayuda de un profesional.
Una adecuada terapia de pareja debería incluir, asimismo, trabajo en habilidades de comunicación. Dentro de este pilar la pareja debería trabajar:
-Habilidades de escucha: escucha activa, validar lo que dice el otro.
-Habilidades de expresión: nivelar, mensajes del tipo “yo…” y no “´tú…”, trabajar las formas no defensivas de expresión.
Esto se ensaya primeramente en la sesión, para poco o poco poder utilizarlo en casa.
Por último, se debe trabajar la solución de problemas.
Las discusiones deben realizarse en un escenario concreto que hayan acordado los dos miembros y en un momento también determinado, señalado por ambos. Se anota el momento y el lugar en una agenda y no se discute más de 60 minutos ni sobre más de un tema a la vez.
Las reglas de discusión que proponemos son las siguientes:
-Al plantear un problema, comenzar con algo positivo.
-Ser específico, evitando adjetivos denigrantes y generalizaciones (siempre, no puedes dejar de…, todo, nada).
-Expresar sentimientos (me siento rechazado, me da mucho coraje, es frustrante).
-Ser breve al definir un problema.
-Ambos deben reconocer su participación en la creación y el mantenimiento del problema.
-Discutir solo un problema a la vez.
-Parafrasear al otro.
-No hacer inferencias ni sacar conclusiones, hablar solo de lo que uno observa.
-Tratar de comportarse de una manera natural y no negativa.
-Enfocarse en las soluciones.
-Establecer compromiso mutuo en el cambio, los dos deben cambiar.
-Tomar en cuenta los pros y los contras de cada opción.
-Alcanzar un acuerdo.