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¿Cuáles son las etapas y crisis de una pareja?

2017-03-13-19-22-24

Para detallar todas las etapas y crisis que sufre la pareja, nos hemos pasado en el libro que señalo al final de este artículo; pasamos a definir cada una de ellas:

Estadio I, de luna de miel, tiempo de fantasía o de romance. Este estado está caracterizado por una relación romantizada, idealizada o exclusiva. Existe un enamoramiento en el que las diferencias entre los dos son minimizadas y las similitudes acentuadas. La función de esta fase supone construir una buena base para una relación gratificante, fuera de la familia de origen. Se desarrolla un sentimiento de fusión y de pertenencia. Se produce una transición hacia la siguiente fase cuando uno de los dos se mueve hacia la diferenciación. Es durante las transiciones cuando la pareja suele decidir venir a terapia.

Estadio II. Desciende la proximidad y la dependencia, y la realidad comienza a imponerse: vivir juntos, aumento de responsabilidades, problemas. La pareja tendrá que acomodarse y comprometerse con todo ello. Las tareas a las que enfrentarse son seguir trabajando en la diferenciación de cada miembro, retomar actividades individuales a la par que mantenemos las actividades de la pareja en conjunto, comprometerse con las responsabilidades que surjan y aprender manejar conflictos y tensiones. Lleva tiempo negociar los temas de diferenciación y requieren una revisión de cada familia de origen y una exploración de como cada familia manejó la diferenciación, las diferencias, y las normas sobre los desacuerdos. Las expectativas de los papeles del marido y la esposa son derivadas de los modelos de los padres. La transición hacia la siguiente fase de realiza cuando los compañeros pueden reconocer y afirmar las diferencias de cada uno y la individualidad.

 

El Estadio III está caracterizado por el crecimiento de la divergencia de intereses y una lucha por más independencia;  Campbell (1980, 1984) se refiere a este estadio como la “lucha de poder”. En este  etapa tratamos de tener una visión total de la pareja y reconciliar los rasgos positivos y negativos de la otra persona. La transición hacia el siguiente estadio sucede cuando los compañeros están deseando abandonar las luchas de poder, la cooperación y la intimidad. Las parejas ancladas en este estadio son las que aparecen desunidas, uno muy independiente y que necesita  autoafirmarse continuamente.

 

Estadio IV. Representa los años intermedios del matrimonio , una de las etapas más estresantes para las parejas, particularmente cuando hay hijos adolescentes en la familia. Incluso sin hijos, los años intermedios del matrimonio además traen más cambios y tensiones. Parece ser una presión acumulada para resolver los asuntos no resueltos del pasado. La pareja puede distanciarse o separarse. El reto de esta fase es negociar la independencia de la pareja, seguir con la relación pero conservando la propia identidad. Se elige la relación como una forma de vida constante.

 

Estadio V. Se caracteriza por esfuerzos activos hacia la comprensión de que las luchas por la independencia son esfuerzos del crecimiento aceptables y “normales” más que un rechazo. Estas diferencias percibidas ahora pueden ser consideradas como un enriquecimiento de la relación marital más que como una amenaza. Se trata de conseguir y aceptar la interdependencia y, de esta forma, pasarán al siguiente estadio.

 

Estadio VI. La pareja para de preguntarse qué pensará el otro y cesar de tratar de complacer al otro miembro a toda  costa. Ambos compañeros son libres para explorar nuevas formas de realizarse ellos mismos en lugar de derramar tanta energía en el matrimonio.

 

***Basado en el libro: Prevención de los conflictos de pareja de José Díaz Morfa. Editorial Desclée de Browner.

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¿Cómo se presta apoyo psicológico en una crisis o catástrofe?

 

Sauce Llorón

Sauce Llorón

La intervención de primera instancia o primeros auxilios psicológicos puede durar de minutos a horas, pueden llevarlos a cabo personal como policía, padres, médicos, enfermeros, etc.; se da en ambientes comunitarios como hospitales, iglesias, escuelas, líneas telefónicas, etc.; las metas son reestablecer el enfrentamiento inmediato, dar apoyo, reducir la mortalidad y enlazar con recursos de ayuda. El procedimiento sigue estos cinco componentes:

  • Realizar el contacto psicológico.
  • Examinar las dimensiones del problema.
  • Analizar las posibles soluciones.
  • Asistir en la ejecución concreta.
  • Realizar seguimiento.

La intervención de segunda instancia o terapia para crisis puede durar de semanas a meses. Es realizada por psicoterapeutas y/o orientadores (psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales, enfermeras, etc.). Se realiza en ambientes para terapia u orientación como clínicas, centros de salud mental, centros abiertos al público, etc. Se trata de resolver la crisis: elaborar el incidente, integrarlo en el ciclo vital y establecer la disposición para encarar el futuro. El procedimiento puede ser la terapia multimodal para crisis valorando cinco sistemas o modalidades:

  • Conductual
  • Afectiva
  • Somática
  • Interpersonal
  • Cognitiva

En relación a las técnicas aplicadas en la intervención en crisis de forma resumida podemos decir que ésta consistirá en los primeros momentos en:

-Acogida de los familiares de los damnificados.

-Facilitar información tanto a los familiares como a los damnificados.

-Disminuir la incertidumbre. Debemos, en la medida de lo posible, no dejar nada a la interpretación de los heridos o sus parientes.

-Escucha activa.

-Organización de la intervención.

-Acompañamiento.

-Relajación.

-Establecimiento de un buen rapport (vínculo del terapeuta con la persona).

 

 

 

Momentos críticos en las relaciones

Por todos es sabido que las parejas pasan por momentos críticos o difíciles, a lo largo de los años, y que, normalmente, de ellos depende saber superarlos y salvar esos obstáculos que se presentan en el camino.

¿Cuáles son esos momentos críticos?

En parejas jóvenes, estos son los primeros conflictos serios que aparecen:

-La fase en la que dejamos de “idealizar” al otro, cuando descubrimos la realidad de su  forma de ser. Enamorarse de una persona puede resultar fácil pero el afecto mantenido en el tiempo es mucho más difícil de conseguir y pasa por aceptar a nuestra pareja. Existen personas que tienen cierta “adicción” a enamorarse y a sentir la pasión inicial, y se cansan cuando la pareja se estabiliza.

-La compra de un piso y el amueblamiento del mismo. Se trata de una situación sumamente estresante por lo que implica y este malestar que se genera crea un clima negativo en la relación.

-La llegada del primer hijo o de los siguientes. Cada uno de nosotros hemos nacido en el seno de una familia con sus particularidades y somos partidarios de unas pautas educativas u otras en relación a nuestros hijos. Esto es una clara fuente de conflictos con la pareja, ya que pueden producirse continuos desacuerdos relativos a cómo educar a nuestros vástagos.

-Un cambio de carrera, una pérdida de empleo o un ascenso de uno de los miembros o de los dos. Sea un cambio en sentido positivo o negativo, estaremos de nuevo sometidos a mucho estrés provocado por la modificación de nuestra vida y esto puede verse reflejado en la pareja.

-Una aventura o relación fuera de la pareja. Este hecho puede producir numerosos daños en la pareja, desde ruptura hasta sentimientos de culpabilidad en el que ha cometido la infidelidad, pasando por sentimiento de traición y estado de ánimo depresivo en el que la sufre.

En parejas más mayores, las posibles fuentes de conflictos son:

-La llamada crisis de los cuarenta o esa supuesta crisis de la mediana edad. Empezamos a ver que no hemos hecho todo lo que queríamos, que no se han cumplido nuestras expectativas, que nos vemos mayores para ciertas cosas. Ese malestar se puede trasladar a la relación.

-La enfermedad o la muerte de un ser querido. Por nuestra edad, podemos vivir de cerca una patología de nuestros padres o de algún familiar cercano. Todo ello nos induce a la tristeza, a adoptar el rol de cuidador, a plantearnos el sentido de nuestra vida, etc.

-La jubilación y la marcha de los hijos de casa. Tenemos la sensación de dejar de ser útiles,  más tiempo libre para pensar, nos faltan estímulos que teníamos antes.

En cualquiera de los casos anteriormente señalados, es posible que la pareja logre salir airosa por sí misma, poniendo en marcha sus propias estrategias de solución. Cuando esto no se consiga naturalmente, lo conveniente es consultar a un profesional de la salud mental o psicólogo que pueda ayudar a superar el bache.

**También publicado en http://www.cronicanorte.es/ocho-conflictos-habituales-en-las-parejas/64348

Fuente: Pixabay

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