Para detallar todas las etapas y crisis que sufre la pareja, nos hemos pasado en el libro que señalo al final de este artículo; pasamos a definir cada una de ellas:
–Estadio I, de luna de miel, tiempo de fantasía o de romance. Este estado está caracterizado por una relación romantizada, idealizada o exclusiva. Existe un enamoramiento en el que las diferencias entre los dos son minimizadas y las similitudes acentuadas. La función de esta fase supone construir una buena base para una relación gratificante, fuera de la familia de origen. Se desarrolla un sentimiento de fusión y de pertenencia. Se produce una transición hacia la siguiente fase cuando uno de los dos se mueve hacia la diferenciación. Es durante las transiciones cuando la pareja suele decidir venir a terapia.
–Estadio II. Desciende la proximidad y la dependencia, y la realidad comienza a imponerse: vivir juntos, aumento de responsabilidades, problemas. La pareja tendrá que acomodarse y comprometerse con todo ello. Las tareas a las que enfrentarse son seguir trabajando en la diferenciación de cada miembro, retomar actividades individuales a la par que mantenemos las actividades de la pareja en conjunto, comprometerse con las responsabilidades que surjan y aprender manejar conflictos y tensiones. Lleva tiempo negociar los temas de diferenciación y requieren una revisión de cada familia de origen y una exploración de como cada familia manejó la diferenciación, las diferencias, y las normas sobre los desacuerdos. Las expectativas de los papeles del marido y la esposa son derivadas de los modelos de los padres. La transición hacia la siguiente fase de realiza cuando los compañeros pueden reconocer y afirmar las diferencias de cada uno y la individualidad.
–El Estadio III está caracterizado por el crecimiento de la divergencia de intereses y una lucha por más independencia; Campbell (1980, 1984) se refiere a este estadio como la “lucha de poder”. En este etapa tratamos de tener una visión total de la pareja y reconciliar los rasgos positivos y negativos de la otra persona. La transición hacia el siguiente estadio sucede cuando los compañeros están deseando abandonar las luchas de poder, la cooperación y la intimidad. Las parejas ancladas en este estadio son las que aparecen desunidas, uno muy independiente y que necesita autoafirmarse continuamente.
–Estadio IV. Representa los años intermedios del matrimonio , una de las etapas más estresantes para las parejas, particularmente cuando hay hijos adolescentes en la familia. Incluso sin hijos, los años intermedios del matrimonio además traen más cambios y tensiones. Parece ser una presión acumulada para resolver los asuntos no resueltos del pasado. La pareja puede distanciarse o separarse. El reto de esta fase es negociar la independencia de la pareja, seguir con la relación pero conservando la propia identidad. Se elige la relación como una forma de vida constante.
–Estadio V. Se caracteriza por esfuerzos activos hacia la comprensión de que las luchas por la independencia son esfuerzos del crecimiento aceptables y “normales” más que un rechazo. Estas diferencias percibidas ahora pueden ser consideradas como un enriquecimiento de la relación marital más que como una amenaza. Se trata de conseguir y aceptar la interdependencia y, de esta forma, pasarán al siguiente estadio.
–Estadio VI. La pareja para de preguntarse qué pensará el otro y cesar de tratar de complacer al otro miembro a toda costa. Ambos compañeros son libres para explorar nuevas formas de realizarse ellos mismos en lugar de derramar tanta energía en el matrimonio.
***Basado en el libro: Prevención de los conflictos de pareja de José Díaz Morfa. Editorial Desclée de Browner.