Un despido afecta a la vida personal y emocional. Si el despido se demora en el tiempo (hay amenaza de despido o va a suceder pero seguimos trabajando), esa espera por parte del trabajador juega en su contra. Aunque pudiera parecer contraproducente es conveniente que el trabajador cierre un acuerdo con la empresa lo antes posible, evitando que entren en juego sus sentimientos y frustraciones. Algunas empresas no son claras en este sentido y juegan con ese tiempo de espera que daña a nivel psicológico al empleado. Debemos exigir esa información a la empresa y hacernos escuchar teniendo, en principio, el foco en querer continuar en ella. Si no hay otra posibilidad que el despido, lo mejor es protegerse y dirigirnos hacia la búsqueda de un nuevo puesto de trabajo, tratando de mantener ciertos lazos con compañeros cercanos y fijar una despedida con ellos (un “borrón y cuenta nueva” poder iniciar nuestro “duelo”).
Las empresas no siempre tomarán las decisiones más apropiadas para su continuidad ni para sus trabajadores. Los jefes y directivos no recurren al asesoramiento especializado o no lo tienen y no suelen estar preparados para afrontar situaciones de alta tensión como estas o de tanta carga emocional. Los errores siempre se achacarán a la crisis.
Ante una situación de despido, acepta tus sentimientos y emociones: es probable que aparezca tristeza, rabia, sensación de injusticia, ira, etc. Todas esas emociones al principio serán completamente normales. Es normal que tengas miedo e incertidumbre hacia lo desconocido y debemos tomarnos un pequeño lapso de tiempo para aceptar la situación, rodeándonos de nuestros seres queridos. Por otro lado, aunque tratemos el tema, debemos evitar hablar constantemente del despido, ya que esto no nos hará bien.
Lo interesante es actuar después de ese lapso y no caer en otros estados emocionales que pueden aparecen después: apatía, desmotivación, estado de ánimo depresivo, desgana, sentimientos de poca valía personal, pensamientos catastrofistas, etc. Esto es más dañino que las emociones que aparecen en los primeros momentos, ya que conllevan falta de esperanza y baja autoestima. Si nos vemos desbordados lo mejor es consultar con un especialista que nos ayude con ese estado negativo y nos oriente vitalmente.
Hay que darse cuenta de que la vida nos ha planteado un reto y que debemos hacer un esfuerzo muy intenso para poder conseguir empleo y planificar esa búsqueda. Puede ser que desees formarte en algún ámbito profesional, en ese sentido, lo conveniente es buscar esos recursos que te van a permitir esa formación. Encontrar trabajo es una tarea que requiere mucha dedicación e insistencia y NO es una cuestión de suerte, SÍ un reto vital.
Piensa cuál es tu trabajo ideal, piensa sólo en aquellos que te gustaría hacer y no en lo que a los otros les gustaría que hicieras. No renuncies a tu vocación. Enfócate hacia ella. Haz una lista con esos posibles trabajos que te gustaría desempeñar, que te podrían hacer más feliz. Una vez hecha esa lista, sí puedes pedir una opinión a personas muy allegadas, sin que esa opinión sea la definitiva, ya que la decisión es sólo tuya. Piensa que va a ser duro pero lo puedes conseguir, céntrate en aquellas personas que han tenido éxito, evita las opiniones catastrofistas de los medios de comunicación o las muy negativas de algunos amigos y familiares.
Hay que buscar empresas del sector elegido, información sobre ellas y contactos con los que podríamos hablar. Es conveniente elaborar una lista de estas empresas (anotar) y, en ese sentido, Internet es una buena herramienta para conseguirlo. Piensa qué cosas puedes aportar para ayudar a la empresa que te gustaría que te contratara, sin olvidarnos de que el objetivo es la felicidad personal.
En este punto, es conveniente que busques, si es necesaria, la ayuda de un profesional o amigo para modificar el curriculum y las cartas de presentación (o hacerlo tú mismo) y trabajar el acercamiento a las web de empleo, los recursos, las fuentes de trabajo, las bolsas de empleo, etc., en definitiva, la aproximación a las empresas o al sector elegido. Existen páginas, organismos o empresas que te pueden ayudar con ello.